Hay un retiro de una semana conocido como Vivir en la Gracia. He descubierto que mi vida cotidiana —el ritmo cotidiano de los 365 días del año— es una expresión fractal de lo que surge de este entrenamiento. Cuando escucho una canción en particular en la radio, me imagino lo hermoso o divertido, según sea el caso, que sería escuchar la canción en un (cuddle) abrazo. Algunos seminarios de John-Roger que escucho a lo largo de mi práctica diaria me inspiran a imaginar que estoy frente al Océano Pacífico en la península de Monterey escuchando el seminario que se reproduce a través de mis auriculares mientras respiro el hermoso aire del océano y escucho a las aves marinas.

El ruido de mi mente y la generación de imágenes, sentimientos y estados mentales desde el inconsciente a medida que flotan a través de mi conciencia en un día en particular me recuerdan la oportunidad de simplemente dejar que estas cosas entren en la Luz en un fluir de la conciencia, como he practicado tantas veces en este lugar de retiro.

Los puntos de referencia de las hermosas y sentidas conexiones con los compañeros del proceso me permiten tener una apertura para una conexión similar con las personas que encuentro en mi día. La hermosa naturaleza de la península de Monterey me invita a un estado similar de apreciación por el pájaro carbonero posado en la rama de un árbol mientras camino por el bosque, el movimiento de un árbol gigante que se ha caído en la tormenta, el musgo que crece durante siglos en una roca, la campanilla de Virginia con su azul brillante y su verde psicodélico.

Es un punto de referencia. Aquí estoy caminando por un sendero. Estoy caminando en la Gracia aquí. Estoy disfrutando de una puesta de sol brillante desde la mecedora de mi porche. Estoy viviendo en la gracia del amanecer. Aquí estoy entrando en contacto con vibraciones que evocan mi alma mientras hago mis ejercicios espirituales. Estoy viviendo en la gracia de este momento en el que todas las almas están conectadas, ya sea en nuestros ejercicios espirituales matutinos en un seminario o en este momento, cuando parezco estar solo. El amanecer sobre el océano en mi casa en Florida es tan delicioso como el amanecer que se asoma a través de los pinos de Monterey mientras camino en la luz de la mañana.

Cada entrenamiento de PTS de Viviendo en la Gracia tiene potencialmente entre 15 y 20 horas de compartir con el Viajero. Estoy viviendo en Gracia cuando escucho un extracto o seminario que es un extracto de una de estos seminarios a los que asistí en persona; los fragmentos de audio aparecen con regularidad y son parte de cómo integro vivir en gracia en una práctica diaria.

John-Roger nos invita a abordar la vida como una forma de “minimizar el tiempo de inactividad”. A menudo me encuentro experimentando un estado lúdico durante un entrenamiento de Living in Grace. Cuando estoy en mi vida diaria, ya sea camino hacia atrás por un sendero, haciendo equilibrio en lo alto de un bordillo para caminar, asistiendo a una clase de yoga de la risa con mis amigos, compartiendo una experiencia común en una sesión de Zoom o encontrando un momento de risa con mi esposa, esto me recuerda la libertad que surge del jugar y reír.

Experimento este estado lúdico con frecuencia en mi vida diaria en la burbuja de la gracia.