Necesitamos amor. Necesitamos el “bálsamo de Galaad”. Necesitamos cariño. Así que empieza a darte eso a ti mismo y descubrirás que muchos de los juicios en los que vives comenzarán a desaparecer y aparecerá nueva energía. – John-Roger
Este artículo de John-Roger se publicó por primera vez en el New Day Herald en Julio de 1999.
A todos en el planeta se les permiten los errores de crecimiento y aprendizaje con cualquiera, en cualquier momento y en cualquier lugar, y no tienes que enmendar tus errores. Si lastimaste a alguien a propósito (lo planeaste en detalle y luego lo llevaste a cabo), eso no es un error y es posible que necesites enmendarlo. Pero si simplemente dijiste o hiciste algo y luego te diste cuenta: “Oh Dios, eso los lastimó y no era mi intención”, no tienes que enmendar eso. Puedes disculparte, como parte de tener buenos modales: “No quise hacer daño. Simplemente salió”. Algunas personas dicen: «Si salió a la luz, es verdad». Bueno, alguien puede expulsar gases; ¿Qué tan cierto es eso? Verás, no lo es.
No tienes que castigarte por tus errores. Y, de todos modos, no sabes cómo castigarte. Si realmente nos castigáramos a nosotros mismos, nos curaríamos de lo que fuera. Todo estaría terminado. Pero castigamos y luego castigamos y luego castigamos y luego castigamos. Y luego nos sentimos culpables y luego nos sentimos culpables por sentirnos culpables y luego nos sentimos culpables por sentirnos culpables, por sentirnos culpables. Luego castigamos y castigamos, y la maldita cosa sigue y sigue y decimos: «¿Por qué no logro nada en mi vida?» Si te equivocas, sigue con tu vida y no pierdas el tiempo castigándote “de aquí a la eternidad”.
Es mucho más fácil de lo que te lo estoy contando. Párate a pensar en ello. Realmente no existe una buena definición de eternidad, aunque lo más cerca que podemos llegar sería hablar del “eterno ahora”. Como símbolo, la eternidad parece un ocho de lado, pero ni siquiera eso es eternidad. En realidad, la eternidad tiene lugar justo donde se unen los dos bucles. Para decirlo de otra manera, la eternidad está en un abrir y cerrar de ojos. No es cuando los ojos están abiertos o cuando están cerrados; es un parpadeo. Y si puedes mirar dentro del parpadeo, podrás ver la eternidad.
El error más obvio que cometemos en nuestras vidas es no amarnos a nosotros mismos pase lo que pase. En el momento en que hemos cometido un error a nivel de sentimiento emocional, hay una cosa que necesitamos más que cualquier otra cosa en el mundo, y es ser amados más allá de todo eso, ser amados dentro de la Divinidad, lo divino, lo santo del soplo de Dios sobre nosotros. Sin embargo, muchas veces no hacemos esto porque, como dije, cometemos un error y luego nos castigamos más, aunque eso no sea lo que necesitamos.
Necesitamos amor. Necesitamos el “bálsamo de Galaad”. Necesitamos cariño. Así que empieza a darte eso a ti mismo y descubrirás que muchos de los juicios en los que vives comenzarán a desaparecer y esa nueva energía entrará. Energía que habías estado desperdiciando en juicios que nunca podrían llevarse a cabo. Los juicios están almacenados en nuestra contra y tenemos que liberarlos. Todos hicimos lo que hicimos, bien o mal, correcto o equivocado. Y el año que viene, cuando cambien la legislación, parte de nuestra culpa puede desaparecer porque así será legislado, ya que eso que hicimos y por lo que nos sentimos culpables ahora puede ser legal. El tiempo cura muchas cosas. Algunas cosas que hiciste inocentemente también pueden estar legisladas y ahora, si las haces, eres culpable. Luego te sientes culpable por todas las cosas que hiciste y que creías que eran legales. Eso es legalismo. No es espiritualidad.
Una señora me dijo que cuando veía a otros padres ser realmente amorosos con sus hijos, sentía que ella no había hecho su trabajo de brindarles amor a sus propios hijos. Observaba a uno de sus hijos, que estaba involucrado con las drogas y luego comparaba lo que hacía con él, con lo que estaban haciendo estos otros padres. Se olvidaba del karma que tenían sus propios hijos.
Le dije a esta mujer que cuando ve a otras personas criando a sus hijos y parecen estar haciendo un trabajo tremendo, necesita recordar que no están criando a los hijos de ella, o podría verlos hacer un trabajo pésimo. Sus hijos eligieron su situación familiar y, en todo momento, ella estuvo haciendo un gran trabajo con lo que sucedía como parte de la dinámica familiar.
Tienes que recordar que, inevitablemente, a alguien no le va a gustar algo de ti. Si no es alguien más a quien no le gusta algo de ti, serás tú. Así que es mejor tomarlo como viene y dejarlo ir como viene. No hay necesidad de intentar ser una acrescencia, una roca que rueda colina abajo. Especialmente si está embarrado, la roca recoge otras rocas y escombros a medida que sigue rodando. Adquiere cosas, pero no deja ir nada.
Puedes dejar de lado tus acrescencias del día a día, si no te juzgas por nada de lo que haces ni juzgas a los demás. Y si juzgas, perdona lo antes posible. Perdónate por todo desde aquí hasta la eternidad, y junto con esto viene un cambio, observable en el comportamiento. Ésa es una de las formas en que podemos ver que se ha producido el aprendizaje.
Baruch Bashan.
John-Roger
