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Quizás tu conciencia esté más enfocada en lo que no es amor que en lo que es amor por ti mismo. Simplemente, ábrete a ello. Acepta que permitirás que ese sea tu proceso en este momento. Una de las formas en que sabemos que estamos eligiendo el amor es cuando lo buscamos.

Cuando aceptas, perdonas y amas lo que has hecho, te inundas de la Luz y el amor de tu propio ser, y todo es perdonado. Esto requiere de disciplina, y tú puedes hacerlo. Es una cuestión de elegir, una y otra vez, amarte a ti mismo. Mereces verdaderamente amarte a ti mismo.

No podrás encontrar al Bienamado hasta que no alcances la conciencia espiritual y, entonces, he aquí, encontrarás al Bienamado en todas partes. Y a pesar del gran amor que puedas sentir por la humanidad, no intentarás poseer ni controlar a ninguna persona, porque lo que amarás será la cualidad espiritual.

El Viajero enseña sobre el sacrificio de lo negativo y limitado en tu conciencia, pero es un sacrificio para que puedas expandirte hacia lo positivo y elevado, para que puedas descubrir tu propia Conciencia Crística.

La mejor actitud es vivir sencillamente en el ahora, hacer lo mejor que puedas con tus habilidades y talentos actuales y dejar que tus acciones hablen por sí mismas. Eso requiere entendimiento. Requiere conocimiento. También requiere amor y respeto por sí mismo. Con ello viene la libertad, un sentido de auto-valía y una seguridad y una serenidad interna que vale cualquier cosa.

Trata a tu amor y a tu depresión como iguales. La ansiedad, el amor, la depresión, la felicidad, todos deben ser tratados de la misma manera. Cuando haces eso, no hay espacio para nada “mejor” o “peor” dentro de ti, entonces los juicios pierden su poder en tu conciencia. Cuando tratas a tu depresión igual que a tu amor, ninguno tiene más poder que el otro y entonces eres libre de elegir la expresión que quieras

Una de las señales de que estamos funcionando espiritualmente es que podemos ser flexibles. Podemos adaptarnos a lo que es "constante como la Estrella Polar". Sabemos lo que es eso y que se mantiene invariable. También necesitamos ser tan “flexibles como el viento”, que puede soplar en diferentes direcciones con distintos grados de intensidad. Podemos movernos de diferentes maneras, con cadencias y ritmos variados.

Nos hemos enseñado a nosotros mismos a centrarnos en la mente en lugar del corazón. Deja que tu mente ordene la información en la que tu corazón quiere basarse para actuar, en vez de tomar una decisión mental y esperar a que ella alcance el resultado deseado.

Si sientes que realmente no puedes perdonar algo o a alguien, ponlo en la Luz y pídele a Dios o al Espíritu que te ayuden a soltarlo. Sabrás que has perdonado de verdad cuando también olvides aquello que estabas juzgando. Te enfocarás en otras cosas, y esa situación o persona dejarán de consumir energía dentro de ti.

El viejo proverbio: “Sé fiel a ti mismo”, no es simplemente una declaración frívola. Es un mandato y una directriz del Espíritu. La gente me ha dicho: “J-R, no sé si puedo serte leal”. Les respondo: “¿A quién le importa? Soy leal a mí mismo y eso es todo lo que necesito. Me cuido para no ser una carga para nadie. Tú sé leal a ti mismo”.