Al pedir tu plenitud espiritual, estás ejercitando la verdad de tu ser. Es un ejercicio valioso y dichoso. Entonces, ten paciencia. Sé amable. Sé feliz. Busca el abrazo amoroso del Espíritu que consuela, sana y entrega lo que persigues como tu plenitud espiritual.-John Morton, DSS
Source: New Day Herald