A menudo, pedir ayuda sencilla y simplemente, es lo que funciona mejor. Si tienes una fantasía de lo que debería suceder o si tienes miedo de cometer errores, es parte de ser humano y común y corriente. Recuerda, estás a salvo en los brazos de Señor. Por lo tanto, cualquier vulnerabilidad que sientas, puede ser usada para tu aprendizaje, crecimiento y elevación.-John Morton, DSS