A traves del Cristo todo nos ha sido entregado mediante el Espíritu y estamos en el proceso de cooperar con la manifestación de las bendiciones de Dios, que ya existen. Nos llenamos de júbilo en la celebración, porque nuestras plegarias son respondidas, no necesariamente de la manera que las pedimos o esperamos, sino de la forma que sirve a nuestra Alma, nuestro ser verdadero y nuestro destino espiritual.-John Morton, DSS